POLAROID 4
Otra puerta de entrada a esta ciudad: La sala de partos del Hospital comarcal de Elda. Maternidad es la tierna bienvenida para los y las que llegan, un “hola” afectuoso cargado de veneno. La matrona muestra su médica sonrisa irónica ayudando a traer chiquillos y chiquillas como pollitos enfilados al matadero: “Ale!, os propongo hacer turismo en esta vida oscura y extraña”.
En la foto, en un primer término aparece una caseta que yo diría que es la aduana para que cada niño pague peaje. Que sea caro o barato ya se verá. Entre palmeras y sollozos se empujarán buscando un sitio, aunque lo más seguro es que cada uno esté usurpado, o haya ardido, o que tan sólo sea inexistente. Pero en algunos escasos casos, aunque lleguen con las manos vacías, conseguirán ser felices si son lo suficientemente listos. Inteligentes para comprender que amor y dolor son componentes de una pasta total que vuelve y se revuelve como una albóndiga a fuego lento en la sartén de la tierra.
Por favor, no seáis borricos. Intentadlo al menos, aunque os dejéis la vida en ello.
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