martes, 15 de marzo de 2011

DEEP Nº 0

POLAROID 3

El comienzo duele. La incertidumbre salta al estómago como una feroz hambruna. La llegada puede ser un punto final, un saludo al adiós, un renacer caduco, una parada más.
La puerta que es la estación de Elda- Petrer se abre de par en par como una amante insatisfecha, como un faro en el espigón del sueño. Se sigue abriendo como siempre se abrió, cálida y húmeda para todos los viajeros de ahora y de antes.
Las vías forman el camino donde los vagones se desplazan atestados de gentes que igual vienen, igual se van. Vagones con humanos intemporales, trasunto de pateras con inmigrantes o emigrantes que para el caso no hay diferencia en la tristeza o en la esperanza.
Así llegaron muchos y así se fueron.
Y la estación espera, siempre espera.