POLAROID 3

La puerta que es la estación de Elda- Petrer se abre de par en par como una amante insatisfecha, como un faro en el espigón del sueño. Se sigue abriendo como siempre se abrió, cálida y húmeda para todos los viajeros de ahora y de antes.
Las vías forman el camino donde los vagones se desplazan atestados de gentes que igual vienen, igual se van. Vagones con humanos intemporales, trasunto de pateras con inmigrantes o emigrantes que para el caso no hay diferencia en la tristeza o en la esperanza.
Así llegaron muchos y así se fueron.
Y la estación espera, siempre espera.